Fueron detenidos 7 miembros de las organizaciones criminales dedicados al tráfico de personas que han ingresado en prisión.
También fueron detectados 44 menores que fueron objeto de protección por la Administración.
El pasado año 2014 han llegado a Cartagena un total de 232 personas en embarcaciones tipo patera, principalmente procedentes de la provincia argelina de Mostaganem.
Aunque sigue siendo importante la llegada de inmigrantes a nuestras constas murcianas, la tendencia es claramente negativa debido principalmente a los diferentes sistemas de detección instalados a lo largo de toda la costa por el Gobierno de España, y a la incansable labor realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especial y principalmente la de las Brigadas de Extranjería y Fronteras del Cuerpo Nacional de Policía, tanto de sus grupos especializados de investigación, como del Servicio de Fronteras reforzado en los dos últimos años a nivel nacional.
Los 232 inmigrantes llegados en 2014 lo hicieron a bordo de 19 embarcaciones tipo patera, en su mayor parte, neumáticas o de fibra de vidrio con motores fueraborda de entre 35 y 60 CV. En realidad se trata de botes de recreo de unos cinco metros de eslora, con capacidad para tres o cuatro personas y homologados para navegar a escasas millas de la costa.
Pese a las deficientes características y estado de las embarcaciones, a la considerable distancia existente entre las costas españolas y argelinas (unos 250 kilómetros, 135 millas náuticas), y a las en ocasiones peligrosas condiciones del mar, en los barcos destinados al tráfico de personas, los "organizadores" suelen transportar más de quince personas, poniéndose en serio y grave peligro la vida de los inmigrantes traficados. Estos últimos en muchas ocasiones no saben siquiera nadar al ser oriundos de zonas interiores y rurales de Argelia, no siéndoles proporcionados ningún tipo de material de seguridad o chaleco salvavidas alguno.
Entre los inmigrantes, un total de 44 fueron tratados como menores de edad, prestándoseles la preceptiva guarda y protección, siendo derivados a los correspondientes centros a disposición de la Fiscalía de Menores.
Posteriormente y una vez confirmada la minoría de edad mediante pruebas oseométricas, ortopantomografías por los servicios médicos forenses y practicadas las gestiones documentales, por la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional se realizaron las más que complicadas pesquisas encaminadas a la localización y entrega del menor a sus familiares, bien en Argelia, bien en España u otros países de la Unión Europea.
Gracias a investigaciones conjuntas realizadas por la Brigadas de Extranjería y Fronteras de Cartagena y Murcia, a lo largo de 2014 se ha detenido a siete miembros de las referidas organizaciones criminales, siendo todos ellos ingresados en prisión por orden judicial, encontrándose incluso ya algunos cumpliendo la condena impuesta. Este tipo de delitos tiene prevista pena de prisión de entre cuatro y ocho años, periodo tras el cual los traficantes serán expulsados a Argelia. Dada la gravedad de los hechos, el favorecimiento de la inmigración y el tráfico de seres humanos son tipos delictivos en los que no se permite la expulsión como sustitutiva a una condena penal, haciéndose necesario el previo cumplimiento en España de la pena impuesta.
Además de los siete detenidos en 2014, durante ese año también fueron condenados en sentencia firme los "pateristas" detenidos por la Policía Nacional en 2013, quienes se encuentran cumpliendo condena en centros penitenciarios españoles.
La última operación contra estas redes de inmigración irregular finalizó el pasado mes de noviembre con la detención de un ciudadano argelino, responsable de la organización de varios viajes desde Mostaganem, habiéndose imputado por los mismos hechos a otros dos miembros de la red, actualmente en Argelia.
En esta ocasión y como suele ser habitual en la forma de actuar de este tipo de organizaciones, los inmigrantes, en su práctica totalidad jóvenes y entre ellos 4 menores, eran captados en zonas deprimidas de la provincia argelina. Posteriormente, tras haber realizado los preceptivos pagos, cantidades que suelen rondar los 1.000 euros, eran trasladados a las playas de salida, donde se les ocultaba en viviendas y zonas abandonadas a la espera de mejoras en el estado de la mar y poder esquivar a las patrulleras argelinas. Todo ello a fin de poder iniciar el viaje hacia las tan ansiadas costas españolas.
Por parte de la propia Brigada de Extranjería, tras ser ingresados en el Centro de Internamiento y realizados los trámites documentales oportunos con el Consulado de Argelia, se procedió a realizar las preceptivas devoluciones de los inmigrantes irregulares desde el Puerto de Alicante, a excepción de los organizadores que ingresaron en prisión y los menores protegidos.