Hasta el momento se le atribuye la presunta autoría de causar la muerte a un perro, aunque se está investigando su posible relación con más casos similares
Colocó venenos en espacios protegidos declarados como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA)
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación 'GALIFA', desarrollada para esclarecer varios episodios de envenenamiento de perros en Cartagena, ha imputado a un vecino de la localidad, de 56 años, como presunto autor de delito relativo a la protección de los animales domésticos, tras constatar que colocaba raticidas entre la comida que causó la muerte a un can.
Las actuaciones se iniciaron el pasado mes de agosto, cuando una asociación protectora de animales informó al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de la existencia de numerosos casos de envenenamiento de animales domésticos en la pedanía cartagenera de Galifa, unos hechos que habían ocurrido en espacio protegido de Monte Roldán y Cabo Tiñoso declarados como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA), y que habían generado cierta alarma social entre los vecinos de la localidad.
En el marco del dispositivo de investigación desarrollado conjuntamente por efectivos de la patrulla del SEPRONA y del Equipo ROCA (contra robos en el campo) de Cartagena, poco después se halló el cadáver de un perro, de raza galgo, con evidentes síntomas de envenenamiento. La lectura del microchip identificativo permitió localizar a su propietario, quien manifestó que llevaba varias horas buscándolo.
Fruto de la realización de la inspección técnico-ocular en la zona del hallazgo, la Benemérita localizó un plato con restos de comida que, presuntamente, podrían estar impregnados de un tipo de veneno utilizado generalmente para el control de plagas.
El informe veterinario emitido, tanto de la necropsia practicada al can como del análisis efectuado al cebo hallado, ha confirmado la presencia de rodenticidas, lo que ha corroborado que la causa de la muerte del animal ha sido el envenenamiento.
La investigación llevada a cabo por la Guardia Civil ha culminado con la localización de un colombicultor español, de 56 años y vecino de Cartagena que tiene un palomar cerca del lugar donde fue hallado el cadáver del galgo y que, presuntamente, se encontraba tras la autoría del envenenamiento, por lo que tras obtener todos los indicios necesarios, se le ha imputado un delito relativo a la protección de los animales domésticos.
Los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Cartagena (Murcia).
El delito relativo a la protección de animales domésticos
El maltrato animal se encuentra recogido en el Código Penal, que lo define como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales domésticos o amansados, mediante cualquier medio o procedimiento, causándoles la muerte o provocándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud, y es castigado con penas de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.