El Consejero de Presidencia en un acto de decencia política ha reconocido que no hay fecha para la llegada del AVE a Cartagena. Con estas declaraciones deja en evidencia a la Alcaldesa Pilar Barreiro que lleva diciendo desde 2.010 que el AVE llegaría primero en 2.014, luego en 2.016 y hace unos meses en 2.018.
Lo cierto es que no hay dinero, que no hay presupuesto para esta infraestructura de momento, y aunque duela es mejor reconocerlo y adoptar medidas en la mejora de nuestras comunicaciones ferroviarias sin esperar a la llegada del AVE a Cartagena.
En primer lugar esta realidad debería llevar a la Alcaldesa de Cartagena a fortalecer la actual estación de ferrocarril de la Avenida de América y abandonar de manera definitiva su enésimo capricho queriendo trasladar la estación a Mandarache.
En segundo lugar, Cartagena no puede seguir anclada en materia de comunicaciones ferroviarias en el siglo XIX, por lo que es necesario potenciar el tren de cercanías con Alicante, Murcia y Lorca para facilitar la llegada especialmente de estudiantes a nuestra Universidad Politécnica.
El tráfico ferroviario de mercancías, debe ser prioritario para nuestro municipio, la importancia de la industria en nuestra ciudad obliga a la Alcaldesa a exigir contrapartidas al gobierno de España ante el retraso de la llegada del AVE, y está debe ser a nuestro juicio la principal demanda para defender los intereses de nuestra tierra.
Por último, la primera autoridad municipal tiene la obligación de estudiar otras alternativas para mejorar nuestras comunicaciones, como son la electrificación de las vías, para acortar nuestros tiempos de traslado con Levante y Madrid, poniendo encima de la mesas alternativas más económicas como puede ser el EUROMED.
Desde SPCT pensamos que hay que seguir reinvindicando la llegada soterrada del AVE a Cartagena, pero mientras que el presupuesto no lo permita, no podemos quedarnos de brazos cruzados por no molestar al Gobierno Regional y Estatal del PP, que es lo que hace en la actualidad la Sra. Barreiro.
A estas alturas, empieza a estar claro en Cartagena, que el futuro incierto de Pilar Barreiro, y su sumisión a sus jefes parecen indicar que con ella en el poder no llegará el AVE a Cartagena. En esta materia su eficacia ha quedado claramente en entredicho.