El paisaje urbano de nuestro municipio está todavía poblado de cableado de energía eléctrica que afea nuestro entorno y que ocasiona a veces problemas a vecinos.
Son todavía numerosos los centros de transformación muy antiguos que la compañía suministradora, fundamentalmente Iberdrola, mantiene en calles de nuestro municipio. La normativa actual obliga a soterrar el cableado eléctrico tanto en media, como en baja tensión. Sin embargo son muchos los casos, en este tipo de instalaciones, de los que salen un enjambre de cables que cruzan calles, aceras y parques de Cartagena.
Uno de los casos más poco edificantes, es el centro de transformación del Bohío que además de todos los aspectos anteriores, se sitúa en medio de una calle, la calle del mercado, y que ocasiona un verdadero problema a los vehículos que circulan por ésta vía fundamental de la Barriada San Cristobal.
Pero por desgracia este no es el único ejemplo, existen también en la Calle Río Sil de los Dolores, en la Calle Recoletos de San Antón y en muchos puntos de nuestra geografía urbana. Esta situación hace que con relativa frecuencia se produzca problemas de suministro como consecuencia de pequeños accidentes ocasionados por el tráfico pesado que recorre las calles afectadas y que se encuentra con obstáculos en forma de cables colgando a su paso.
Ante esta situación desde SPCT instamos al Equipo de Gobierno del PP para que forma ordenada y constante en el tiempo obligue a la empresa suministradora a eliminar este tipo de centros de transformación, para que sean sustituidos por otros, que tengan todas sus conexiones de forma soterrada. Este plan de sustitución podría ser aprovechado para reforzar la potencia, puesto que son habituales apagones y bajadas de tensión en determinadas zonas de nuestro municipio.
Por último desde SPCT creemos que para evitar agravios comparativos, el Ayuntamiento debería obligar a la empresa suministradora, a cumplir con la normativa vigente al igual que hace con cualquier empresa que realiza una urbanización en nuestro término municipal, que está obligada a realizar de manera soterrada todas las instalaciones eléctricas. Además se da la circunstancia que es la propia Iberdrola la que no da servicio, ni autoriza instalaciones aéreas a empresas o particulares que plantean este tipo de instalaciones.