El cartagenero Carlos Garranzo sigue avanzando en su reto por coronar el Broad Peak, una cima de Pakistán de más de ocho mil metros de altura. El pasado fin de semana lograba llegar a Skardu tras varias jornadas agotadoras de más de una veintena de horas en coche.
Hasta ahora la expedición se ha llevado a cabo sin incidentes, salvo que en una población próxima a Besham Qala les quisieron inmovilizar en un control policial porque no se permitía el paso a extranjeros a partir de las 16,00 horas.
Este tramo de la KKH hasta Chilas es quizás la zona más peligrosa, se encuentra entre el Nanga Parbat y el valle de Swat por lo que atraviesa una región con una población en su mayoría pastún y es el corredor que utilizan los terroristas talibanes buscando refugio. Por eso el gobierno paquistaní decidió que los extranjeros lleven escolta armada y limitar las horas de tránsito.
La jornada del día 29 trascurrió sin ninguna incidencia. Ese día hubo tiempo además para hacer las fotos de recuerdo con el Nanga Parbat. Este martes, día 1, salían en todo terreno hacia Askole, último punto donde se puede llegar en vehículo, y desde allí comenzaban el treking hasta el Campo Base (CB) que esperan completar en 5 jornadas.
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