Cómo era la vida en una ciudad romana, eso es lo que nos propone la Obra Social de la Caixa, en colaboración con el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria, a través de una exposición que puede todavía visitarse, hasta el 1 de julio en la carpa instalada en pleno puerto de Cartagena, junto a la Plaza de los Héroes de Cavite. Se trata de Romanorum Vita. Una historia de Roma, una muestra itinerante que llegó a Cartagena el pasado 26 de mayo, para sumarse a la celebración este año del 25 aniversario de las fiestas de Carthagineses y Romanos de Cartagena.
Muchos conocen la historia de nuestra ciudad por estos festejos que ahora se les rinde tributo con Romanorum Vita, aseguraba hoy lunes la alcaldesa, Pilar Barreiro, durante la inauguración, quien además destacaba que con esta exposición se da a conocer con mayor profundidad la civilización que más huella nos ha dejado.
A la inauguración también asistía el presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ãngel Viudes, y el director del Centro de Instituciones de la Dirección Territorial de la Caixa en Levante y Murcia, Salvador Sanchís, quien destacaba la importante labor que desempeña la Obra Social en la Región desarrollando diferentes proyectos pensados para pequeños y mayores.También visitaba la muestra parte de la corporación municipal, así como los directores de los museos que componen Cartagena y diferentes representantes de la ciudad.
LAS 24 HORAS DE UNA CIUDAD
La exposición invita a pasear durante unas horas en una ciudad romana como nunca antes se había hecho, desarrollando los cinco sentidos. Y es que la muestra recrea una de estas urbes del siglo I d. C. incluyendo los olores y ruidos característicos de la época. Nos da la sensación de que estamos en la misma ciudad de Pompeya, o en Carthago Nova; una oportunidad única de adentrarse en una de estas ciudades y conocer más de cerca cómo vivían, explicaba este lunes la comisaria de la exposición, Isabel Rodá.
La muestra, de 400 metros cuadrados, da la bienvenida a los visitantes en una ciudad arquetípica del imperio Romano y presenta un día cualquiera de esa ciudad, veinticuatro horas en que descubrirán cómo era la vida en la calle y en el interior de una casa de una familia que podríamos considerar de clase media alta.
Además, se incluye la emisión de un pequeño documental que introduce al visitante en el día a día y que se proyecta sobre la fachada de la domus, de 12 metros de ancho. En este audiovisual se pueden ver los personajes clave de la ciudad romana gracias a la participación de más de 30 figurantes.
Para realizar dicha reconstrucción, los comisarios se han basado en las descripciones literarias y los testimonios arqueológicos de hace 2.000 años para reproducir, en tamaño real, algunos de los distintos espacios que formaban la ciudad. Así, paseando por una calle cualquiera o por delante del foro de una ciudad romana, los espectadores comprobarán cómo eran las letrinas y el olor que desprendían. O cómo eran los comercios y que ya existía lo que podríamos considerar como el precedente de los locales de comida rápida.
La exposición detalla otros elementos importantes en la vida pública, como pueden ser la política y la religión. Las calles eran, en este sentido, espacios de convivencia y espacios religiosos. En las esquinas existían pequeños altares dedicados a las divinidades protectoras del barrio y sus vecinos. Cuando se acercaban las elecciones, las empresas de publicidad electoral daban a conocer a los candidatos: pintaban su nombre en las paredes, proclamaban sus virtudes y contrataban a personas para que pidiesen el voto a los ciudadanos.