El Museo Etnográfico de los Puertos de Santa Bárbara es desde hace once años un lugar en el que viajar por el tiempo, en aquellos años en los que el lechero iba puerta por puerta y la tartana hacía las veces de taxi. Todos los vecinos de esta localidad cartagenera han puesto su granito de arena con donaciones de objetos de esa época, desde el siglo XIX hasta el XX.
Es el caso de Juana Ros, también de la Asociación de Vecinos, y una de las responsables de que el visitante descubra los entresijos de la vida rural de entonces. Una parte de lo que se expone ha formado parte de su día a día cuando era apenas una niña y que ahora recuerda con cariño y nostalgia: Aunque éramos ocho hermanos y mi madre se quedó sola al morir mi padre, aprendimos a apañarnos cómo fuera, sin comodidades y sin lujos como los que tenemos en la actualidad.
Así el visitante puede encontrar un cuaderno de un escolar del año 1942, la ropa interior femenina que se estilaba por los años 50, un botijo, una cuna, una maza o un carretón de madera. Con estos objetos el visitante descubre las costumbres de una época en la que la novia le regalaba un pañuelo a su pretendiente para que se acordara de ella durante el servicio militar o cuando en la cocina no había frigorífico, sino fresquera, y cuando al pie de la chimenea se hacían las migas.
UN TRAJE DE 200 AÃ'OS
También ha sufrido cambios el comercio. Y es que, por ejemplo, era el propio lechero el que salía a la calle para rellenar las botellas de cristal a los vecinos. Para viajar de un lado a otro se recurría a la tartana, que se usaba como servicio de viajes a la ciudad, para ir al médico o en ocasiones especiales, como bautizos o bodas. En este museo también se pueden ver los trajes de los bebés que se ponían durante su bautismo.
Pesetas o billetes de lotería también dan testimonio de aquella época, al igual que uno de los tesoros más antiguos de este Museo, una combinación de una niña de hace 200 años de edad. Una veintena de fotografías de bodas dan muestra de aquella vida en la que la novia también iba de negro.
A unos metros del edificio donde se conservan estos tesoros, se encuentra en pleno Campo de Cartagena, una noria en la que todavía un burro da vueltas para sacar agua del pozo. Un atractivo más que despierta el interés de los niños y a los mayores les recuerda cómo era la vida rural y, en definitiva, la suya propia. Ahora se lo muestro a mis nietos y se sorprenden de lo que hacíamos antes, de la manera de vestir, de viajar de un lado a otro o de tener agua potable, explica Juana.
Una decena de vecinos se encargan de poner al día este Museo, cuya colección ellos mismos clasificaron y ordenaron para que se expusiera al público. Ahora ellos también ejercen de guías contando anécdotas que han vivido en primera persona en aquella época. Una media de mil quinientas personas visitaron el pasado año este emblemático lugar situado en la zona oeste de Cartagena, en la diputación de los Puertos de Santa Bárbara.
HORARIOS
Horario de invierno:Domingos de 16:30 a 20:00 horas
Horario de verano:Domingos de 18:00 a 20:30 horas.
Para colectivos se pueden concertar otros horarios
Teléfonos de información:968163024 - 968520572 - 968512562 - 630734058