El tercer fin de semana de la 33ª edición del Cartagena Jazz Festival arrancaba el viernes 15 en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel con dos voces femeninas, Luciana Souza y Madeleine Peyroux, ésta última estuvo acompañada en el escenario por su banda y por una sección de Cuerdas de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia.
Souza, que visitaba por primera vez Cartagena, llegaba a la ciudad con sus dos últimos discos, The Book of Chet y Duos III con el que cierra la trilogía dedicada a canciones tradicionales de su Brasil natal.
Tras ella, el turno era de Madeleine que presentó su séptimo trabajo, The Blue Room y, con el que además de homenajear a Modern sounds in country and western music, deleitó a los asistentes con otras piezas de sus compositores de cabecera, como Leonard Cohen y Randy Newman.
El sábado 16, en el ecuador de la presente edición, la música se trasladó al Nuevo Teatro Circo que estuvo dominado por los ritmos americanos de Josh Rouse y James Hunter.
El primero, residente en Valencia desde 2006, daba a conocer The Happiness Waltz, su décimo álbum, tras tres lustros subidos a los escenarios. El espectáculo continuó con el soul y el R&B del británico James Hunter y las canciones de Minute by Minute.