Investigadores de la Escuela de Ingenieros Agrónomos han patentado un método para reutilizar con éxito los purines de cerdo como agua de riego y fertilizante. Se trata de una tecnología a la carta concebida para que el ganadero pueda hacer una gestión sostenible de los purines de cerdo, indica el investigador responsable del grupo Gestión, Aprovechamiento y Recuperación de Suelos y Aguas, Ángel Faz.
El nuevo sistema se ha desarrollado en una tesis doctoral, defendida por Ana María Caballero y dirigida por Ángel Faz y Raúl Zornoza, investigador que ha recibido el premio al científico joven destacado del año dentro de la división de ciencia del suelo de la European Geosciences Union,
La nueva tecnología demuestra que es rentable el reciclaje de purines, los líquidos formados por la orina de los animales, en cultivos agrícolas. Su uso resulta útil sobre todo en cultivos de secano, aunque también es posible su valorización como mejora de suelo en cultivos hortofrutícolas.
El profesor Faz señala que estos residuos suponen un problema al pequeño y mediano ganadero por la degradación del suelo que genera su almacenamiento, que normalmente se realiza en fosas.
Los purines, aunque salen canalizados a fosos desde el cebadero, se acumulan en balsas impermeabilizadas. "Estas pueden causar riesgos para el subsuelo", señala el profesor.
El tratamiento de purines que propone la tesis se convierte en una solución alternativa a los ganaderos que no disponen de tierras en las que depositar los residuos de los cerdos. Hasta ahora, la forma más natural de eliminar los purines de las granjas es incorporarlos directamente al suelo, según las necesidades del cultivo. Pero se incorpora de forma proporcional para evitar la contaminación del suelo. Esta opción no resulta útil a los ganaderos que no disponen de tierras en las que depositar estos residuos.
Los ensayos del estudio experimental se vienen realizando desde el año 2008 en el Centro Integrado de Formación Experiencias Agrarias de Lorca. En este lugar se han instalado fosas subterráneas con purines a los que se han aplicado varios tratamientos de aireación, espesados de fangos. También se ha creado humedales artificiales y una balsa de almacenamiento con microalgas, entre otras actuaciones.