El Auditorio y Palacio de Congresos El Batel ha incorporado a su programación la obra de teatro El Sombrero de Tres Picos, que interpretará Morfeo Teatro Clásico el 8 y 9 de junio a las 21.30 horas.
Ésta es una adaptación que respeta el espíritu original de la obra y muestra los abusos de poder en el siglo XIX con lenguaje popular y una ingeniosa trama literaria. Las entradas cuestan 20 euros.
La compañía burgalesa Morfeo Teatro Clásico retratará la España rural del siglo XIX en un montaje de marcado carácter artesanal y respetando la estética y los principios actorales de la escuela clásica.
La representación la protagonizará Francisco Negro, Mayte Bona, Javier Leoni, Ãngel Gonzalo y Felipe Santiago, y está basada en el romance castellano de la molinera y el corregidor.
El sombrero de tres picos se desarrolla en una venta andaluza a la que llega el corregidor con la pretensión de lograr los favores de la molinera, casada con Lucas, un molinero cuarentón más feo que picio.
Aunque el corregidor logra alejar al marido, sus pretensiones toman un camino inesperado cuando cae a un canal de agua y se ve obligado a vestirse con las ropas del molinero y a guardar cama. Esta pieza, que logró fama internacional al ser adaptada por los Ballets Rusos Diaghilev en 1919, presenta en la versión de Morfeo Teatro Clásico una ingeniosa trama de amores y cuernos que ha sido liberada de moralina. Para representar este clásico universal del costumbrismo romántico en el que se intercalan coplas y versos de autores como Iriarte, Samaniego, Cadalso, Meléndez Valdés y Jovellanos, Morfeo Teatro Clásico se vale de una estética goyesca en lo referente al vestuario como a los decorados.
La adaptación es fiel al espíritu del original, y si bien muestra los abusos comunes a estas figuras de poder en la época y ofrece una lectura moral de la sociedad del XIX, se centra primordialmente en el aspecto estilista de la novela, como es: el popular estilo de habla de personajes y la ingeniosa trama literaria, que propicia un excelente ritmo dramático; además permite la oportunidad de intercalar conocidas coplas populares y versos de autores de la época, Iriarte, Samaniego, Cadalso Meléndez Valdés y Jovellanos, para ofrecer un entretenimiento de alta calidad, de carácter carnavalesco, en el que los personajes de la obra son marionetas de sus pasiones y necedades, para ofrecer al espectador una semblanza disparatada y de grácil diversión.
Morfeo Teatro, además, ha utilizado un vestuario de puro corte clásico, de estilo goyesco, aprovechando que el propio Alarcón lo describe al detalle. Así, los figurines está basados en estudios que realizamos de modelos originales de museos etnográficos y del traje de época, señalan los integrantes de la compañía. Además, el decorado se sustenta en un verismo clásico de gran formato, tomando como ejemplo la pintura paisajista de Goya y Fortuny, de factura totalmente artesanal, que recuerda los grandes decorados del romanticismo, y teniendo una utilidad estética importante, no como simple amparo de la acción sino como elemento espectacular, de gran vistosidad.