Dee Dee Bridgewater ha ascendido al escalón más alto de las cantantes de jazz actuales, dando su toque único y personal a standards, además de dar intrépidos saltos de fe a la hora de remozar clásicos del jazz. Para su última grabación, Eleanora Fagan (1917-1959): To Billie With Love From Dee Dee, Bridgewater rinde homenaje a Billie Holliday. El disco lo presentael viernes 18 de noviembre, día en el que también actuará en Cartagena una de las nuevas damas de la música americana, Lizz Wright. Después de tres trabajos con los que ha cautivado a crítica y público con jazz, soul y R'n'B con el gospel en el punto de mira, Lizz Wright rinde homenaje a sus raíces más religiosas. La sesión doble comenzará a las 21:30 horas en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel.
En el curso de una carrera polifacética que ha abarcado cuatro décadas, Dee Dee Bridgewater (Estados Unidos, 1950) ha ascendido al escalón más alto de las cantantes de jazz actuales, dando su toque único y personal a standards, además de dar intrépidos saltos de fe a la hora de remozar clásicos del jazz.
Para su última grabación, Eleanora Fagan (1917-1959): To Billie With Love From Dee Dee, Bridgewater rinde sus honores a una figura icónica del jazz, Billie Holliday, que murió trágicamente a la edad de cuarenta y cuatro años, hace medio siglo. Este álbum es mi modo de presentar mis respetos a una cantante que hizo posible que cantantes como yo se forjaran una carrera por sí mismas, afirma Bridgewater, que interpretó el papel de Holiday en la triunfal producción teatral Lady Day, basada en la autobiografía de la cantante, Lady Sings the Blues, y representada en París y Londres en 1986 y 1987.
Quería que Eleanora Fagan fuera algo diferente: más moderno y una celebración, no una [grabación] que acaba volviéndose sombría y triste y sensiblera. Quería que el disco fuese alegre. Con ese trabajo, en honor a la gran Billie Holliday, sigue recreando a las grandes figuras del jazz, no en vano en 1997 consiguió un Grammy por su disco de homenaje a Ella Fitzgerald, y ya se dedicó al servicio de alabar a Horace Silver (Love and Peace: A Tribute to Horace Silver, 1995) y a Kurt Weill (This Is New, 2002).
No es una sorpresa que Lizz Wright (Estados Unidos, 1980) centre su nuevo disco Fellowship en los Evangelios. Desde pequeña absorbió la tradición y la fuerza del gospel que le mostró su padre, pastor, pianista y director musical de la iglesia baptista local de Hahira (Georgia), y con sus familiares y hermanos viajó por el sur de los EE.UU. cantando gospel. Después de tres trabajos con los que ha cautivado a crítica y público con jazz, soul y R'n'B con el gospel en el punto de mira, es hora de rendir homenaje a sus raíces más religiosas.
En el disco que se presenta en el Cartagena Jazz Festival además se trae a su terreno algunas canciones de Eric Clapton o Jimi Hendrix, y se ha acercardo para dar sentido a su cancioneroa a la cantante y compositora africana Angelique Kidjo, la multi-instrumentista afro alemana Me'shell N'Degeocello, la violinista y guitarrista Joan Wasser y al conjunto de mujeres Africanas-Americanas a capella Sweet Honey in the Rock.
Lizz Wright vuelve a presentar un paseo por las raíces de la música afro-americana conectándola con la música ancestral que los africanos trajeron consigo a su forzado exilio en los campos de algodón. La confirmación de una nueva dama de la música americana a la que se le sigue la pista en Cartagena muy atentamente.