SPCT ha estado esta mañana recorriendo las calles de los Díaz de Canteras y comprobando in situ la situación lamentable que sufren los vecinos de esta parte del término municipal.
Mientras que el Ayuntamiento de Cartagena y la Comunidad Autónoma han utilizado los años de bonanza económica en apuestas de inversión y de marketing totalmente disparatadas, todavía existen caseríos en nuestro municipio con infraestructuras del siglo XIX.
Así los 237 vecinos censados en los Díaz de Canteras viven en una situación de abandono por parte del equipo de Gobierno del PP. Calles sin asfalto, ausencia de aceras, suciedad, maleza y falta de iluminación es el panorama que contemplan a diario estos vecinos que viven a 6 km de Cartagena. A esta dejadez se suma la ausencia de red de alcantarillado con lo que las viviendas siguen conectadas a pozos ciegos, en un municipio que acaba de recibir un premio de cosecha propia en la última convención nacional del PP.
Los vecinos están hartos de esta situación, no entienden el abandono municipal. Además últimamente a los problemas de infraestructuras se está uniendo los robos en sus propias viviendas. Por otra parte, este caserío esta rodeado de ramblas que desembocan en la rambla de Canteras, que se encuentran en una situación lamentable, la maleza, la suciedad y los roedores son la vista diaria que contemplan los vecinos.
La carretera que une los Díaz y los Corteses se encuentra en una situación de deterioro y de falta de seguridad que ha ocasionado ya varios accidentes de tráfico.
Mención especial merece la situación del puente que hay sobre la rambla de los Díaz, que constituye el único acceso al pueblo, y que necesita urgentemente una remodelación que garantice la seguridad y la incomunicación que sufren los vecinos cada vez que llueve.
Desde SPCT exigimos que el gobierno del PP se dedique a priorizar las inversiones, a garantizar los servicios fundamentales y sobretodo a tratar a los ciudadanos de Cartagena con igualdad, en lugar de malgastar el dinero de los contribuyentes en obras faraónicas cuyo coste se dispara en proporciones impresentables.