La diputada regional socialista Teresa Rosique afirmó que acepta “encantada” la invitación de María Ángeles Palacios, y le recuerda que para el PSOE el nuevo hospital de Cartagena no solamente no es un espejismo, sino que es una conquista de los cartageneros y cartageneras “que no aceptaron el no que dio por respuesta el Partido Popular”.
Rosique hizo estas declaraciones tras la invitación pública que la consejera de Sanidad hizo a Rosique para visitar juntas el hospital y comprobase que es una realidad y no un espejismo.
Teresa Rosique recordó que “cuando el PSOE defendió en reiteradas ocasiones un nuevo hospital para Cartagena, tanto desde la Asamblea Regional como desde el Ayuntamiento, el PP votó siempre en contra de esas propuestas”.
“El nuevo hospital de Cartagena es una realidad gracias a las organizaciones sociales y políticas cartageneras que se negaron a aceptar como solución la ampliación del Rosell que proponía el Gobierno regional, y consiguieron con su movilización y denuncia cambiar la postura del Gobierno regional y comprometer así la construcción de un huevo hospital”, añadió.
El Rosell
La diputada socialista subrayó que “desde el PSOE siempre hemos mantenido que el nuevo hospital va a ser positivo para el área de salud de Cartagena, y que va a suponer una mejora de la situación hospitalaria. Pero al mismo tiempo decimos con total contundencia que nace pequeño, y que por sí solo no solucionará el déficit estructural hospitalario que en esta área de salud venimos padeciendo en muchos años”.
“Por eso, igual que en su día pedíamos un nuevo hospital para Cartagena hoy entendemos que, una vez conseguido ese nuevo hospital, es necesario que el Rosell quede como segundo hospital general de Cartagena, lo que implica que cuente con todos los servicios básicos y todas las especialidades básicas que debe tener un hospital, advirtió.
Y es que, según Rosique, la consejera Palacios, en su comparecencia en la Asamblea Regional del año pasado, dijo que los pacientes que podrán ser ingresados en el Rosell sólo serían los de psiquiatría y los de geriatría. “Por lo tanto, no es cierto que la Consejería de Sanidad garantice que el Rosell sea un auténtico segundo hospital general”, finalizó Rosique.