El fotógrafo Ramón García falleció ayer a los 93 años de edad, después de haber sido testigo e inmortalizar con su objetivo casi un siglo de imágenes de Cartagena y su historia, colaborando con diversos periódicos de la ciudad.
El que fuera Cartagenero del Año 2007, decidió además este pasado año donar todo su archivo documental y fotográfico al Ayuntamiento de Cartagena, legado que se encuentra en el Archivo Municipal para su catalogación y conservación.
La alcaldesa, Pilar Barreiro, en nombre de la corporación municipal ha hecho llegar sus condolencias a los familiares del querido fotógrafo que tanto entusiasmo mostró siempre por las cosas de Cartagena.
RAMÓN GARCÍA PÉREZ
Ramón García Pérez nació en Cartagena en 1917, en el seno de una familia ligada a la cinematografía: su padre y sus tíos, los Hermanos García, fueron los primeros en traer el cine a Cartagena en el año 1897, proyectando películas en una barraca en el Paseo del Muelle, donde se alternaba la proyección cinematográfica con variedades.
Aunque profesionalmente se formó como orfebre en una platería que había en el callejón de la calle de San Francisco, pudo más su afición a la fotografía en la que se inició a los 15 años de edad.
Como fotógrafo profesional empezó en el diario Línea, en el año 1960, colaborando con Carlos Valcárcel y Pascual García Mateos. Después pasó a ser colaborador de La Verdad y corresponsal de la agencia Europa Press.
En su haber tenía tres premios nacionales de periodismo gráfico: entre ellos uno correspondiente al reportaje que elaboró sobre incendio de Refinería a finales de los sesenta del pasado siglo y otro sobre un barco que colisionó en el puerto de Cartagena. También colaboró con el desaparecido periódico local El Noticiero de Cartagena.
Su cámara captó a todos los personajes famosos que han visitado nuestra ciudad y fue considerado como el decano de los reporteros gráficos.
Además, fue el principal impulsor de cuantos homenajes se han rendido en Cartagena al maestro Álvarez, creador del pasodoble Suspiros de España, y fue nombrado fotógrafo oficial de la Federación de Tropas y Legiones de Cartagineses y Romanos, recibiendo ya al final de sus días múltiples homenajes por su dilatada vida profesional.