La exposición de pintura del artista Paco Pomet se inauguró el pasado viernes en la Muralla Bizantina y estará abierta al público hasta el 10 de enero, donde se muestran 23 lienzos de gran formato, donde alterna el humor, el drama el chiste o la ironía, donde lo real y lo ficticio cohabitan, se alternan y enfrentan.
Organizada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, se podrá visitar en el horario de martes a sábado, de 10,00 a 13,30 horas y de 17,00 a 20,30 horas.
En general intento hablar de la perplejidad de estar vivo, del continuo placer y desasosiego que produce habitar un mundo que tiene infinitos sentidos y que, al mismo tiempo, no posee ninguno. Todo puede caber en un cuadro pues casi todos los asuntos me interesan, ha destacado Paco Pomet.
La formación del artista, tras estudiar Bellas Artes en Granada, se ve completada por sus estancias en el Reino Unido y en Nueva York, donde asimila las tradiciones provocadoras del arte actual.
El crítico Fernando Castro Flórez lo describe así: Este pintor, cercano en cierto sentido a otros creadores como Santiago Ydáñez, ciertos cuadros de Curro González, las atmósferas inquietantes de Neo Rauch o, a las propuestas, generadas en otros lenguajes, de Paul McCarthy o de los hermanos Chapman, es, en todos los sentidos, un contemporáneo, alguien que intenta dar cuenta de lo que le asombra, de los acontecimientos cotidianos filtrados por una estilística que tiene algo de grotesco.
Su facilidad para llamar la atención sobre las graves cuestiones que aquejan a la humanidad aparece combinada de forma natural con hilarantes personajes o situaciones que nada tienen que ver con el contexto general.
Pomet - apunta Castro Flórez - no quiere ponernos, como suele decirse, el corazón en un puño, al contrario, lo que sus obras generan es una lúdica deriva de tipo casi onírico; debemos tener la mente abierta a todo, ser capaces de establecer una permanente asociación libre.