El expediente sancionador reconoce, como se comprobó en las inspecciones realizadas por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil a partir de las denuncias de la asociación , y por los técnicos de la Dirección General, que se han constatado diversas irregularidades, “…tales como la aceptación directamente en el vertedero de residuos valorizables, como colchones, frigoríficos, carros de centros comerciales, sofás, sillones, etc., sin ningún tipo de tratamiento previo, a pesar de haber pasado previamente por la planta de selección”.

Efectivamente, y a pesar de la sanción interpuesta hace más de tres años por las denuncias de la Guardia Civil y ANSE en relación con el vertedero de Mina Regente, los informes del SEPRONA destacaban que seguía incumpliéndose la Declaración de Impacto Ambiental: “En el frente del vertedero se han podido encontrar residuos tales como colchones, carros metálicos enteros típicos de grandes centros comerciales, frigoríficos y electrodomésticos metálicos en general, neumáticos de automoción enteros sin trocear, muebles y enseres domiciliarios como sofás, sillas, sillones, etc… Cartones de toda clase y la mayoría de las bolsas de basura domiciliaria se encuentran sin abrir. Resulta relevante ver como estos residuos se encuentran en el frente del vertedero habiendo pasado por la planta de selección y no se encuentran ni siquiera rasgados, rotos, machacados o aplastados, lo cual quiere decir que a pesar de ser vertidos por los camiones de recogida de la planta de selección, no existe tratamiento previo alguno antes de ser nuevamente cargados en los camiones de transporte y vertidos directamente en vertedero”..

ANSE considera la sanción como “ridícula” (casi la mínima posible entre las infracciones graves) si se tiene en cuenta la magnitud de los incumplimientos, y las consecuencias en forma de colmatación de un vertedero que tenía que haber funcionado durante 15 años, independientemente de la posible contaminación del subsuelo y la pérdida de decenas de miles de toneladas de materiales reciclables. Además, ya se había sancionado a la Lhicarsa con anterioridad por graves incumplimientos de la normativa ambiental en esta misma zona.

La resolución, sin embargo, no se pronuncia sobre otros incumplimientos denunciados por ANSE, y también reflejados en el informe del SEPRONA, como la falta de revegetación del antiguo vertedero. Conviene recordar que el Director de ANSE, Pedro García, recibió una denuncia falsa del director de la Planta de Tratamiento de Residuos de Lhicarsa, por allanamiento de morada, acusado de realizar fotos del vertedero desde el interior de las instalaciones, denuncia que fue retirada minutos antes del momento en que tenía que prestar declaración ante los juzgados de Cartagena.

ANSE lamenta que, como ya ocurriera con la sanción anterior, Lhicarsa no cumplirá con uno de los apartados de la resolución, el que indica que “…el infractor debe reponer la situación alterada por el mismo a su estado originario…”. Para ello debería de procederse a la movilización de centenares de miles de toneladas de basuras que han sido sepultadas indebidamente en el entorno de Mina Regente, cuando el vertedero se encuentra en fase de sellado y ya se ha puesto en marcha uno nuevo, el tercero en pocos años.

La Asociación considera inadmisible que la Comunidad Autónoma no haya tenido en cuenta que el informe del SEPRONA documentaba además que el vertedero, autorizado tan solo para rechazos procedentes del tratamiento, valorización y compostaje de los residuos municipales de Cartagena, recibe los de otros como La Unión o San Javier, CESPA Gestión, Contenedores FCC, Saica Medio Ambiente, Mateo Mateo, Mar Menor, GS España, etc…

Por si esto fuera poco, en la fase de instrucción del expediente, Lhicarsa no había aportado a la Comunidad Autónoma el libro de registro de residuos que entran al vertedero después de pasar por planta, ya que al parecer no existe.

La Asociación hace responsable al Ayuntamiento de Cartagena, socio de Lhicarsa junto a FCC, del pésimo funcionamiento del vertedero de Mina Regente, sobre el que viene haciendo la vista gorda desde hace años, favoreciendo su rápida colmatación, y dilapidando la financiación recibida de la Unión Europea. Hay que recordar que los terrenos del vertedero no fueron expropiados, sino arrendados a sus propietarios (Alfonso García y Mariano Roca) por una importante suma de dinero.

Otras consecuencias de la pésima gestión de las basuras y del vertedero de Mina Regente han sido el incremento del endeudamiento municipal para la construcción de un nuevo vertedero, cuando aún deberían quedar unos 10 años de uso en el de Mina Regente, sobrecoste que pagarán los habitantes de la ciudad a través del recibo de basuras.

¿Quién dijo ante las denuncias de ANSE que la planta de basuras y el vertedero eran un modelo por su buen funcionamiento?. ¿Asumirá alguien responsabilidades por este asunto?.