Se quemarán en la planta hasta 36.000 toneladas al año de residuos peligrosos líquidos y sólidos. La organización ecologista y la Asociación de Vecinos de Alumbres han presentado alegaciones en contra.
Ecologistas en Acción y la Asociación de Vecinos de Alumbres han presentado recientemente alegaciones al proyecto de Planta de Incineración de residuos peligrosos que Befesa Valorización, S.L ha solicitado en el Valle de Escombreras.
Ambas organizaciones han advertido que este proyecto, de autorizarse, vendría a agravar los niveles de contaminación en una comarca ya de por si muy castigada por la pérdida de calidad del aire. Con este nuevo proyecto –explican- se “sumarían los efectos acumulativos y sinérgicos producidos por las emisiones de contaminantes producto de la incineración de residuos clasificados como peligrosos”
Y es que Befesa pretende incinerar en esta planta hasta 36.000 toneladas anuales de residuos peligrosos líquidos y sólidos. Entre otros, se quemarán aceites contaminados, disolventes, barnices, pinturas, material electrónico, plaguicidas y pesticidas, medicamentos, lodos inorgánicos, etc.; sustancias que destacan por su peligrosidad.
Las incineradoras de residuos, y especialmente las de residuos peligrosos, emiten cientos de sustancias tóxicas, entre las que se encuentran: partículas; metales pesados como mercurio, cromo, cadmio, arsénico, plomo y berilio; hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs); bencenos clorados; naftalenos policlorados; compuestos orgánicos volátiles (COVs); gases ácidos como óxidos de azufre; dióxidos de nitrógeno y ácido clorhídrico y gases de efecto invernadero como dióxido de carbono.
En el proceso de incineración –además- se forman nuevos compuestos tóxicos (como dioxinas y furanos) PCBs y hexaclorobenceno. Todos estos compuestos forman parte de la familia de compuestos orgánicos persistentes (COP) que son tóxicos, persistentes y se acumulan en los tejidos grasos, lo que puede suponer un grave riesgo para las personas si estamos expuestos a estos contaminantes y para el medio ambiente.
El objetivo de la Planta de Incineración es la generación de electricidad. Sin embargo producirán –explican desde Ecologistas en Acción- apenas “un 0.18% del consumo regional a cambio de importantes riesgos para la salud y el medio ambiente, lo que supone otro ejemplo más de lo absolutamente injustificado del proyecto” .
Ambas organizaciones denuncian que “aquí no se ha hablado de qué tratamiento es el más adecuado para gestionar residuos peligrosos, ni de cuál es la solución de menor impacto, sino de cuál es el tratamiento más rentable económicamente para la empresa”. Por eso –añaden- “se ha apostado por una solución mediante la cual Befesa obtendrá un alto precio por la venta de la electricidad producida con la utilización de residuos como combustible (producción de electricidad en régimen especial.)”
Ecologistas en Acción y la Asociación de Vecinos de Alumbres han solicitado que se deniegue la autorización administrativa y la aprobación del proyecto de ejecución de las instalaciones. Y demandan renunciar a determinadas tecnologías de tratamiento para los residuos peligrosos, como es el caso de la incineración, por los graves peligros que supone. Como ya se ha hecho, por ejemplo, en el Plan de Residuos de la Comunidad Autónoma de Aragón.