Hermanos de baile empieza a gestarse en Nueva York, cuando Raúl Ortega estaba desarrollando allí su carrera. Allí se enamoró del Break dance y del hip hop, y comenzó a nacer Hermanos de Baile. Raúl Ortega de formación flamenca, pero conocedor y bailarín de tap claqué vio claramente la posibilidad de unir estas disciplinas en un espectáculo rompedor. Tres parejas, tres estilos y el arte, la precisión y el ritmo llevarán al público por parajes urbanos de mano de siete profesionales de baile el lunes 3 de agosto a las 22:30 horas en el Auditorio Parque Torres, dentro de la programación del Teatro del Mar. Hermanos de baile es una producción de Yllana.
En un escenario simple, con solo un elenco de 7 artistas la fusión de percusión y baile que recrea entre el público y este magnífico elenco, hará que el espectáculo sea una pieza única, que hasta las obras más magistrales podrían envidiar. El diálogo entre los personajes es simple, muy “muñeca” como se dice, pero son los momentos de improvisación donde estos se ganan al público.
En una ciudad cualquiera de un país cualquiera los artistas callejeros se hacen un hueco a base de desafíos y comuniones nocturnas. Mientras unos vuelan otros reptan y los de al lado contorsionan sus figuras hasta llegar al éxtasis y al triunfo.
La calle vela a los sin nombre que destilan arte, picardía y ese puntito de mala leche para que no les quite su rincón. Una avenida, una plaza, el verde de un parque, en cualquier sitio nace un desafío con ritmo y pasión. Flamenco, Break Dance, Tap Claqué, todos contra todos en un espectáculo rebelde y pasado de revoluciones, 2 metros cuadrados son suficientes para retar a un rival y solo la sangre el alma valen como arma.
Raúl Ortega que ha bailado con compañía de Mª Rosa, Antonio Canales, Rafael Amargo, Maria Pages, Luis Dávila, José Triguero es la cabeza pensante de estos Hermanos Baile donde el flamenco, el break dance y el tap claqué se dan la mano. Los artistas responsables de regalarle alma y corazón al compás son Hector Hope y Guille Vidal-Ribas, ejecutores del mejor break dance, Rubén Sánchez y Ludovico Hombravella, que llevan el ritmo del tap claqué en los pies y Kelian Jiménez y Raúl Ortega, orgullosos defensores del flamenco.
Una de las grandes fortalezas de Hermanos de Baile es la brillante percusión que sirve de banda sonora. La armonía musical es fruto de la profesionalidad de José Álvarez, El Montaña, que toca el cajón flamenco como nadie. Así mismo, la actuación estelar de la cantaora Sara Salado eriza el vello al más frío de los espectadores. El objetivo del espectáculo es demostrar que aunque las disciplinas que marcan los movimientos de los artistas son equidistantes, sus culturas comparten el sentimiento del orgullo, ya que la pasión con el que despliegas sus saltos, vueltas y zapateos es un hecho incuestionable.
Los bailarines intercalan entre las coreografías, mitad ensayadas mitad improvisadas, giros humorísticos que quitan hierro a los restos y aligeran la acción sobre el escenario. Juega a imitarse y critican con mala leche el vestuario de sus enemigos de baile, haciendo que el patio de butacas llore de risa.