El azar hizo que su nombre apareciera en la programación del XV festival internacional La Mar de Músicas, en sustitución de la argentina Mercedes Sosa. Fue un gran acierto, porque el guitarrista, cantante y autor cubano ha casi agotado las entradas puestas a la venta para su concierto el domingo 5 de julio en el Auditorio Parque Torres a las 23:00 horas. Las entradas a 20 Euros.
Querido por todos desde que comenzó su andadura musical a los diecisiete años, Pablo Milanés ha recibido numerosas muestras de afecto a lo largo de los años. En el 2002 se publicó ‘Pablo querido’, con 19 canciones del cubano grabadas a dúo con Fito Páez, Caetano Veloso, Charly García, Milton Nascimento, Soledad Bravo, Armando Manzanero, Alberto Cortez o Joaquín Sabina. Al comienzo del disco se le oye decir a su amigo García Márquez: “Hoy sé que no hay felicidad más pura que la felicidad de cantar”. Diecisiete años antes se había editado ‘Querido Pablo’, un doble elepé de canciones suyas con Víctor Manuel, Serrat, Aute, Mercedes Sosa o Chico Buarque.
La obra completa del cantautor está editada en cuatro volúmenes, con las letras y partituras de todas sus canciones: desde la primera, ‘Tú mi desengaño’, escrita en 1962 bajo la influencia del ‘feeling’ cubano, hasta ‘El amor de mi vida’, creada para una telenovela mexicana.
El escritor Manuel Vázquez Montalbán aseguró que la voz de Pablo Milanés (Bayamo, 24 de febrero de 1943) es la del artista comprometido y lúcido, que no ha perdido la memoria de la barbarie. Sin duda, a Milanés habría también que reconocerle su mérito como pionero en la recuperación de sones y boleros añejos como en 1990, año en que recuperó ‘Chan chan’ de un entonces olvidado Compay Segundo.
Después de treinta y nueve discos grabados en solitario, aún hoy resulta inconcebible un concierto en el que Milanés no cante su gran éxito “Yolanda”, canción dedicada a la madre de sus hijas. La Mar de músicas tiene el privilegio de acoger a este gran músico el próximo domingo 5 de julio a las 23.00 h en el Parque Torres. Como él anta: “La vida no vale nada, / cuando otros están matando / y yo sigo aquí cantando / cual si no pasara nada. / La vida no vale nada, / si escucho un grito mortal / que no es capaz de tocar / mi corazón que se apaga”.
Milanés se encuentra bien de salud tras solventar la enfermedad de los huesos que lo maltrató durante años. Y tras su separación de Sandra, cuentan que no es difícil verle pasear feliz con Nancy, su esposa gallega y madre de sus gemelos –Milanés tiene nueve hijos-, por las calles de Vigo. Regresando siempre a su isla porque asegura que enferma cuando anda mucho tiempo lejos de su Habana.
Aunque se supone que habrá bastantes canciones de su último disco, ‘Regalo’, difícilmente podrá dejar de cantar ‘Yolanda’, que le dedicó a la madre de sus hijas. Tampoco es probable que falten en Cartagena dos músicos que parecen acompañarle desde siempre: el teclista Miguel Núñez y el violinista Dagoberto González. Y algún día quizá sepamos que pasó entre él y Silvio Rodríguez, que lideraron en los años setenta el movimiento de la Nueva Trova, en un tiempo inseparables, pero que no han vuelto a hacer nada juntos –ni a hablarse, que se sepa- en más de veinte años. Las razones continúan siendo un misterio.
De este hombre generoso, dijo su amigo Joaquín Sabina –fueron vecinos en la madrileña plaza de Tirso de Molina- que le enseñó a vivir y a curarse de varias enfermedades que tenía, sobre todo, en la cabeza. A sus 66 años, Pablo Milanés sigue siendo para los cubanos Pablito y se sigue sintiendo más cerca de la canalla que del poder. “La vida no vale nada, / cuando otros están matando / y yo sigo aquí cantando / cual si no pasara nada. / La vida no vale nada, / si escucho un grito mortal / que no es capaz de tocar / mi corazón que se apaga”.