Un grupo de profesores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y de la Universidad de Florida (EE.UU.) han iniciado este mes la campaña ‘Stars for workers’, en la que, durante tres años, pedirán cada mes a través de las redes sociales a doce celebridades, del mundo del deporte, la moda o el espectáculo, que donen la mayor parte de sus ingresos por el patrocinio de marcas textiles a organizaciones que luchan contra la explotación laboral y por los derechos de los trabajadores de la industria de la ropa y el calzado.
“Les pedimos que sean lo suficientemente valientes como para reaccionar ante el brutal contraste de una industria cuya cadena de producción comienza con multitud de violaciones de derechos y acaba con enormes ganancias y contratos”, explica José Antonio Martínez, investigador en Marketing Deportivo. “Tendría un gran efecto ejemplificador”, añade Manuel Ruiz, quien junto a Irene Escuín y Yong Jae Ko también participa en el proyecto.
La campaña, en inglés y enfocada al ámbito internacional, se ha iniciado dirigiendo los mensajes de sensibilización hacia deportistas como Rafael Nadal, Serena Williams, Kevin Durant, Messi o Neymar. “No queremos criminalizar a los deportistas, aunque de muchos de ellos se estén publicando comportamientos incívicos”, señalan los docentes, en referencia a las noticias sobre evasión fiscal de algunos de los más conocidos futbolistas. “Queremos dar un mensaje en positivo, de apoyo a los esclavos modernos, sugiriendo a las celebridades que donen el 90% de sus ingresos fijos por patrocinio a organizaciones que asesoran a los trabajadores del sector textil, informan sobre su situación, presionan a las marcas para mejorar sus condiciones y negocian mejoras salariales y en las condiciones de seguridad”, resumen.
La campaña también quiere incentivar un consumo responsable frente al “negocio del fast fashion, que consiste en tener al consumidor contínuamente comprando producto de muy bajo coste. Detrás de esos precios está la explotación laboral”, señala José Antonio Martínez, docente en la Facultad de Ciencias de la Empresa de la UPCT.
“La diferencia que existe entre el salario mínimo y el salario digno es abismal en la industria textil del Sudeste asiático, Centroamérica o África. Los sueldos no dan para comer, pese a las extenuantes jornadas y las miserables condiciones de trabajo”, argumenta Martínez, quien calcula que una subida del 50% en el sueldo mensual de un trabajador solo incrementaría en un euro el coste de una prenda con precio de venta de 40 euros.
“La competición entre países por ofrecer a la industria textil los salarios más bajos y las condiciones más ventajosas no favorece su desarrollo. Por ejemplo, lo que el Estado nicaragüense ingresa por los impuestos a la renta y las cotizaciones sociales de sus 70.000 trabajadores textiles es menos de lo que percibe la Hacienda española por el IRPF y la Seguridad Social de Messi y Neymar, que son pagados gracias a que Nike patrocina al Barcelona y puede incrementar el sueldo bruto de esos jugadores. Todos los beneficios se quedan en los países ricos”, afirma el docente.
“No lo tenemos que ver como un problema lejano, porque la tendencia es que esos modos de producción también lleguen a España gracias a las reformas laborales”, advierte el investigador, que destaca que ya se están dando casos de talleres textiles ilegales con sueldos miserables en nuestro país.