La aventura en Pakistán del alpinista y bombero cartagenero, Carlos Garranzo, ha llegado a su fin. Las adversas condiciones climatológicas, la rotura de las botas y el hecho de que los crampones no hayan aguantado han sido los principales obstáculos que se ha encontrado Garranzo, y que han impedido que haya podido coronar el Gasherbrum II de 8.035 metros en Pakistán. Sin embargo, no por ello hay que dejar de resaltar el espíritu de superación de este alpinista que lo ha intentado hasta el último momento.
Fue el pasado domingo 28 de julio cuando Garranzo trató de hacer cumbre del que sería su segundo ochomil, tras el Everest, pero los vientos racheados dificultaron la situación, y el alpinista se vio obligado a tomar la decisión de volver al Campo Base desde el que ya ha puesto rumbo a casa junto a un grupo de españoles.
En su particular cuaderno de viaje, http://carlosgarranzo.blogspot.com.es/, no cesan los mensajes de apoyo y ánimo que llegan de distintas partes del mundo por esta hazaña que, aunque no ha acabado como todos esperaban, sí ha puesto de manifiesto su constancia y esfuerzo.
Ayer, miércoles 31 de julio, Carlos Garranzo cumplía años. En una entrevista concedida al espacio deportivo de la Cadena Ser Cartagena, este alpinista confesaba que el momento más duro de su expedición había sido el hecho de tener que cruzar el glaciar para llegar al Campo 1 de esta cumbre paquistaní, al tiempo que añadía que la decisión de regresar era la más sensata.
Ha pasado más de un mes desde que Garranzo subiera al avión que desde Madrid le llevó a Islamabad. Ahora, espera que en no más de siete días pueda estar con los suyos, y ser él mismo quien narre desde su casa cómo ha vivido esta experiencia que ahora acaba, pero que seguro no será la última.