Cuando por el año 2004, el entonces Consejero de Sanidad (y hoy imputado en el caso Zerrichera) Francisco Marques, vino a convencer a los cartageneros de que lo mejor era ampliar el Rosell por el campo de futbol del mundial 92, la lucha ciudadana y el eco social generado, pudo evitar esta nueva condena a la ciudad y a la tan denostada sanidad Cartagenera.
Frente a la ilusión generada en un principio, pronto vimos que este nuevo hospital, (fruto de la improvisación y de unas elecciones cercanas), de salida ya era pequeño para las necesidades de la ciudad y la Comarca.
No obstante, el mantenimiento del Rosell como segundo hospital, con todos sus servicios, y una gestión adecuada de los recursos, podría paliar este déficit en el que históricamente Cartagena está inmersa. Nuestra sorpresa resulta mayúscula cuando se anuncia que lo que se propone la Consejería de Sanidad y el Servicio Murciano de Salud, es engañarnos nuevamente, trasladando el Rosell al nuevo Hospital y el Naval al Rosell, es decir, no tendremos un segundo hospital en la ciudad sino mas de lo mismo.
Desde UPyD de Cartagena, exigimos el mantenimiento del Rosell con todos sus servicios, como segundo hospital completamente independiente del nuevo, e instamos a toda la ciudadanía, medios de comunicación, fuerzas sociales y partidos políticos, a iniciar un debate público, sobre la sanidad que necesitamos, y no la que nos imponen, que nos condena a seguir nuevamente en le tercermundismo santitario en el que estamos inmersos.