La Corporación Municipal junto a más de sesenta organismo, entidades, asociaciones y cofradías de Cartagena homenajearon a la Virgen del Rosell y a los Cuatro Santos cartageneros, en una multitudinaria ceremonia religiosa, oficiada el sábado por el obispo de Cartagena, Juan Antonio Reig Pla, en la iglesia de Santa María.
Como viene ocurriendo desde hace tres años, la ceremonia incluyó dos celebraciones: la renovación del voto del Ayuntamiento de Cartagena a San Isidoro, San Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina, por haber librado a la ciudad de una borrasca el 24 de noviembre de 1694; y la propia de la Virgen del Rosell, antigua patrona de Cartagena, cuya festividad coincide con el segundo sábado del mes de noviembre.
El propio obispo explicó la significación de unir ambas celebraciones, que tienen que ver con las advocaciones religiosas más antiguas y tradicionales de Cartagena, y cuya perseverancia a través de los siglos muestra el carácter de los propios cartageneros.
La tradición de la función votiva a los Cuatro Santos, popularmente conocida como de Santa Catalina tuvo su origen en la noche del 24 de noviembre de 1694, día de Santa Catalina, en que una borrasca azotó la ciudad y a punto estuvo de arrasarla. Milagrosamente no fue así y se atribuyó a la protección de los Cuatro Santos el feliz desenlace.
La Corporación de entonces decidió realizar todos los años un acto de agradecimiento a los Cuatro Santos, que se ha venido realizando desde entonces.
Por su parte la celebración de la festividad de antigua patrona de Cartagena, fue recuperada por la Parroquia de Santa María de Gracia donde se venera la imagen de esta virgen morena, que en otros tiempos presidió la catedral antigua.
La ofrenda a los Cuatro Santos fue realizada por el concejal Joaquín Segado, que relató su origen y pidió a los Santos y a la Virgen del Rosell su protección ante nuevas adversidades.
La celebración también incluyó el pregón a la Virgen del Rosell, pronunciado en esta ocasión por el concejal de Atención Social, Antonio Calderón, quien tuvo un especial recuerdo por las personas que viven solas.
La ceremonia concluyo con la ofrenda de más de sesenta organismos, asociaciones, entidades y cofradías, que inundaron de flores el altar de Santa María, presidido por la Virgen del Rosell y los Cuatro Santos.