Félix Faura: Cartagena encuentra en la Semana Santa el argumento para superarse a sí misma

María Dolores Soler afirma que vivirá una Semana Santa especial con nuevas vivencias y recuerdos y una fe renovada

El rector de la Universidad Politécnica de Cartagena y pregonero de la Semana Santa de esta ciudad, Félix Faura, ha subrayado hoy que Cartagena encuentra en sus procesiones el argumento para superarse a sí misma: La Semana Santa es el alma de esta ciudad.

Félix Faura ha iniciado su intervención en el Nuevo Teatro Circo agradeciendo a los cuatro hermanos mayores de las cofradías el honor que representa para la UPCT y para su rector ser merecedores de pregonar la Semana Santa.

El pregonero ha enfocado una parte del pregón desde una perspectiva analítica, destacando aspectos, detalles, argumentos técnicos que están subyacentes en nuestras procesiones y que son, probablemente responsables en gran parte, de su magnificencia.

Comenzó destacando el hecho de que la Semana Santa no dure siete días, sino diez, más que una contradicción en sus propios términos, significa que queremos tener la Semana Santa más grande de España.

Faura ha utilizado un modelo geométrico, un poliedro, para explicar su visión de las procesiones que hoy comienzan. Este poliedro tendría, a su juicio, un núcleo central que sería el hecho religioso e histórico que se procesiona y seis caras de diferente extensión e importancia en función de la perspectiva personal de cada cartagenero.

Tras analizar las características esenciales del núcleo religioso: su fuerza nuclear, su energía potencial, su forma de expresarse unos hechos religiosos que nos invitan a pensar que, a pesar de todo, siempre hay esperanza, o lo que es igual, que el sinsentido y la desesperanza no forman parte de nuestra religión, explicó las características del modelo geométrico.

Tres de los lados de esta figura geométrica representarían las proyecciones físicas en las que la Semana Santa se manifiesta: la ciudad como espacio urbano ¿esa especie de estado de gracia que tiene Cartagena durante estos diez días que nos hace sentirnos un poco más importantes al mostrar nuestra ciudad-, la actividad económica y comercial ¿el turismo religioso, en nuestro caso de interés internacional, es una fuente de recursos materiales que merece la pena cuidar- y las propias cofradías -que trabajan con una ilusión envidiable en un bucle sin fin que se reinicia al acabar la Semana Santa de cada año-.

Las otras tres caras, las inmateriales o intangibles, representarían la química de la Semana Santa, añadió el rector de la Universidad Politécnica de Cartagena. El sentimiento de identidad cartagenera ¿la Semana Santa es algo más que una tradición, es el alma de Cartagena-, la intensificación de los sentimientos de naturaleza ética y estética que viven muchas personas ajenas a la doctrina de la Iglesia ¿algo parecido a un sentido de inmersión en la totalidad, de veneración y respeto hacia aquellas cosas que nos conmueven o desbordan, y una intensificación del sentimiento religioso ¿muchos buenos católicos experimentan de una forma muy intensa y diferente su Fe y de alguna manera, la Semana Santa les hace percibir y disfrutar, de forma colectiva, lo que sólo se puede sentir individualmente consigo mismo en soledad-.

El pregonero también ha hecho un repaso por el papel de las ingenierías universo de conocimientos técnicos, como elemento esencial para que desde el núcleo central religioso se pueda llegar a ver las caras de la Semana Santa. Ha recordado que Cartagena siempre ha sido tierra de ingenieros como lo atestigua su vocación industrial, naval, minera, agrícola y militar, y que precisamente esa ambición permanente de ser una tierra abierta a los conocimientos es la que permitió crear la UPCT para proyectarse hacia un futuro siempre incierto y apasionante.

Félix Faura ha comenzado su descripción con la labor de ingeniería de organización industrial que se precisa para que las cuatro cofradías y las más de cuarenta agrupaciones movilicen a más de veinte mil personas que son las responsables de echar a la calle diez desfiles con 75 tronos, treinta de ellos portados a hombros.

Y, sin embargo, todo este increíble caudal de recursos humanos y materiales funciona como un único cuerpo. Todo esto sólo es posible porque se combinan dos tipos de intervenciones muy especiales. Una intervención humana que está asistida por una ingeniería de excelencia y una intervención divina que nos protege de cualquier eventualidad.

Posteriormente, el pregonero se ha referido a la importancia de la ingeniería mecánica que ha ayudado al mejor diseño de los tronos: Son considerables los cálculos necesarios para aligerar al límite el peso, distribuir correctamente masas y empujes o determinar y optimizar el centro de gravedad de un trono con el San Juan californio. Sin olvidar, la ingeniería eléctrica que sustituyó las cimbreantes luces de la cera y abrió camino a una nueva estética luminosa muchísimo más intensa y que recientemente ha permitido introducir la iluminación por led. Por último, el rector de la UPCT ha citado la contribución de la ingeniería química poniendo como ejemplo innovaciones como las tulipas sopladas una a una en la Real Fábrica de Cristales de La Granja para el grupo escultórico del Santo Amor del San Juan en la Soledad de la Virgen de Capuz y la indudable aportación de la ingeniería agronómica en los tronos cartageneros que llevan hasta mil doce nas de flor cortada.

El pregón de Félix Faura ha concluido con un recuerdo de sus experiencias personales con la Semana Santa cuando bajaba del Barrio Peral con su abuelo Félix para ver la recogida de la procesión del Encuentro en el bar Mastia de la calle Mayor: Los olores, la música, el piquete, la gente, la ciudad, todo se imponía de tal manera que uno creía estar realmente ante un espectáculo colosal, o más bien celestial. El rector de la Universidad Politécnica no ha pasado por alto su participación como sillero junto a los amigos de su juventud o aquel principio de libertad que suponía vivir intensamente la noche del Encuentro.

Además, ha subrayado la oportunidad que ha tenido como rector de fortalecer los vínculos de la Universidad con todas las Cofradías, concluyendo el pregón con su experiencia como portapasos: Debo reconocer que portar el Cristo de los Estudiantes, en la madrugada del Viernes Santo, rodeado de compañeros, pero en un respetuoso silencio, casi en soledad, es una experiencia que te permite reflexionar, revisar, repensar. Me permitió redescubrir que detrás de una apariencia y una estética impecable, hay otro mundo posible.

PALABRAS DE LA NAZARENA

El pregón ha estado precedido de las palabras de bienvenida de la alcaldesa y la presentación que de Félix Faura y de María Dolores Solerla Celdrán, la Nazarena Mayor, ha hecho el vicepresidente de la Junta de Cofradías, Tomás Martínez Pagán.

En su alocución la Nazarena Mayor se mostrado especialmente emocionada, con una voz entrecortada. Sus palabras han tenido un especial recuerdo a sus padres y a su infancia en la que empezó a vivir con intensidad las cosas de la Semana Santa. En este sentido ha afirmado que su nombramiento - que no lo esperaba y por el que se sentía agradecida-, le ha servido para rememorar vivencias y reafirmar el sentido religioso de las procesiones.

También ha dicho que este año vivirá de una forma especial las procesiones, conociendo nuevos aspectos de los desfiles, pero sin olvidar su devoción a la Virgen de la Piedad.

Entre las autoridades presentes en este acto de exaltación de los valores de la Semana Santa de Cartagena se encontraba el presidente de la Asamblea Regional, junto al obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, el delegado general del Gobierno, Rafael González Tovar, el almirante jefe de Acción Marítima, Emilio José Nieto Manso, y la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios.

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