La calle Real se cierra la próxima semana por el asfaltado de la avenida

Las obras de reforma de esta calle y de la plaza del CIM entran en su recta final, con los últimos remates

Se tratarán de evitar al máximo las molestias y que el corte de tráfico dure lo menos posible, aunque esto también dependerá de cómo se porte la meteorología la próxima semana, ha señalado el concejal de Infraestructuras, José Vicente Albaladejo, tras informar del cierre al paso de vehículos por la calle Real durante tres días la próxima semana, para el asfaltado total de la nueva avenida.

Precisamente, el asfaltado y la señalización del carril bici, es una de las pocas tareas que restan ya para la terminación de las obras en esta calle. Quedan además otros remates como la decoración de la parte central de dos rotondas: en una de ellas irá una fuente y en la otra una palmera.

La nueva avenida se ha proyectado como continuación de la peatonalización del casco, por lo que se han utilizado materiales similares, como la piedra del cabezo, y destaca el soterramiento de los contenedores de basura para embellecer la zona.

Tal y como ha asegurado Albaladejo, esta actuación, junto con la de la Plaza del CIM, entran ya en su recta final de manera que crearán un eje de unión de la ciudad con el mar.

En la plaza del CIM ya está todo el pavimento colocado, a base de piedra del cabezo, hormigón prefabricado, terrizo compactado y madera tropical, y plantadas las 200 palmeras que crean espacios de sombra sin impedir la visión del mar, uno de los requisitos estéticos indispensables proyecto.

Lo curioso del suelo de esta plaza es que lo componen también 120 placas de acero cortén en los que figuran los nombres de los barcos que se han construido en el Arsenal de Cartagena desde el siglo XVIII, información que ha sido suministrada por el Museo Naval y en la que se incluye también el tipo de barco así como la fecha de su botadura y la de su retirada.

Además, este recorrido por la historia naval del Arsenal se verá enfatizado por las noches conjuegos de luces de diferentes colores, cada siglo un color, que se proyectan desde suelo bajo cada una de las placas.

Por último, la plaza termina en una plataforma a modo de balcón que asoma al mar desde la dársena de botes, cuya estructura metálica ya está instalada, procediendo a lo largo de esta semana a la colocación de la tarima de madera que la cubre, de unos 200 metros cuadrados. Esta plataforma estará comunicada con el cantil de la dársena de botes por medio de una escalera.

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