Izquierda Unida-Verdes ha denunciado en el día de hoy la falta de legalidad en algunos contratos realizados por el Ayuntamiento de Cartagena, y mas concretamente por la Concejalía de Cultura, para festivales organizados en nuestro municipio, caso de La Mar de Músicas. Así, el concejal Cayetano Jaime Moltó ha referido que, tras consultar el expediente relativo a dicho evento del pasado año 2014 se detectan irregularidades palmarias como es la superación de los 18.000 euros previstos en las Bases de Ejecución del Presupuesto como cantidad máxima por la que puede contratar libremente, sin concurso, un concejal de Área. En el caso referido, no sólo se llevó a cabo tal contratación, sino que a la vez se subcontrató, de forma irregular, toda la gestión de un concierto con un intermediario, el cual se encargaría de la liquidación de IVA, cobro de las entradas vendidas de las 4.000 puestas a la venta por un importe entre 25 y 30 euros, gestión de venta de dichas entradas, SGAE, luz, sonido, hotel, catering, baños químicos, servicio de barra, seguros y seguridad. Eso sí, recibiendo por parte del Ayuntamiento los 18.755 euros de la contratación de los artistas actuantes. Se trata por tanto de una concesión administrativa sin que mediara ninguna de las fórmulas previstas en la legislación vigente.
Del mismo modo, la formación de izquierdas denuncia que aunque es lógico y normal que la contratación de los artistas se haga a través de contactos con sus representantes y que los que vienen del extranjero es normal que deleguen en uno de nuestro país, lo que no lo es es que para contratación de grupos o cantantes españoles se use la doble representación, inflando injustificadamente los gastos, a través de un intermediario local. En ese aspecto, el caso más flagrante puede ser el de Crudo Pimento, que pese a ser de Murcia y tener allí un representante, se utilizó a un intermediario local para llevar a cabo la contratación, con el incremento lógico de las comisiones.
Otro aspecto a destacar de la gestión de los gastos del festival es la contratación de salas privadas, caso del Nuevo Teatro Circo, en lugar de utilizar espacios públicos (salas de El Batel y Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy), para la sección de La Mar de Cine, lo que ha costado más de 11.000 euros a las arcas municipales. Asimismo, es de destacar que desde el Ayuntamiento se invierten grandes cantidades en alquilar elementos técnicos que suponen un coste mucho más elevado que si se adquirieran en propiedad, a través del preceptivo contrato. Todo ello sin olvidar el servicio de catering, con un coste superior a los 10.000 euros, sin especificar en las facturas su contenido, las personas servidas, etcétera.
Por todo ello, Izquierda Unida-Verdes ha pedido a través de una moción que el Ayuntamiento acuerde, en relación a la realización de festivales, que en todos los casos se contemple el control de legalidad jurídico y contable de todos los actos contractuales que se adopten por la Concejalía de Cultura, la gestión directa cuando sea posible de la contratación de los artistas a través de su representantes y sin intermediarios, la utilización de espacios y salas públicas frente al alquiler de privados, la previsión de adquisición de equipos e instrumentos de uso continuado para evitar el coste de alquileres continuados, la minimización del protocolo de entradas regulando la asignación en el ámbito del Ayuntamiento y la exigencia detallada en la conformación de las facturas de catering.