SPCT considera un despilfarro invertir 136.000 euros en el kiosco de la plaza San Francisco

"El ayuntamiento necesitará once años para recuperar la inversión del kiosco de la plaza San Francisco"

El pasado 9 de Enero de 2.014 se adjudicó por parte del Ayuntamiento de Cartagena las obras del Kiosco-Bar de la Plaza de San Francisco por un importe que asciende a 136.884,41 euros correspondientes al expediente OM2013/33.

Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento mediante pliego de condiciones de fecha 16 de Agosto de 2.013 saca a concurso público la concesión administrativa de explotación del citado kiosco, por un periodo de 10 años y un canon de 12.000 euros anuales, es decir que ni con el periodo previsto inicialmente por la concesión municipal se cubriría el coste de la inversión realizada por el erario público. Concretamente para cubrir la inversión inicial, si todo va bien, el Ayuntamiento necesitaría 11 años y casi 5 meses.

Desde SPCT consideramos un despilfarro sin justificación, la inversión de este dinero público con la situación de crisis económica social que vive esta ciudad y pone de manifiesto una vez más que el gobierno del PP de Cartagena, adalid de la libertad de empresa, gasta dinero público para montar un negocio a una empresa privada y recorta fondos para lo realmente importante en este momento, paliar el sufrimiento y las necesidades de las familias cartageneras.

El entorno de la Plaza San Francisco tiene instalaciones de restauración más que suficientes, y hay bajos comerciales de sobra para que la iniciativa privada instale cuantos negocios considere oportuno. Ese mismo entorno es un foco de exclusión social, con familias que lo están pasando realmente mal y que apenas tienen para pagar los suministros básicos y para cubrir la alimentación de sus hijos.

136.884,41 euros es el equivalente a más de 250 mensualidades de la renta básica de inserción que tantas dificultades ponen los gobiernos del PP para que puedan cobrarlas las familias sin recursos en nuestro municipio. Desde SPCT apostamos por políticas que incidan directamente en las personas, y consideramos irresponsable gastar esas cantidades de dinero público en inversiones perfectamente prescindibles.

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