El Ballet Kebana y Renacer se coronan como las mejores coreografías de Carnaval

El primer grupo lo hacía en el concurso de adultos y el segundo en el de los pequeños en una gala en la que se superó una vez más el nivel de anteriores ediciones

Cada año les cuesta más a los del jurado decantarse por uno y otro y es que el Concurso Regional de Grupos Coreográficos tiene más y más nivel conforme cumple ediciones. La de ayer es su doceava y la ilusión y la motivación se reflejaban en el escenario en el que pequeños y mayores lo dieron todo. Centenares de personas no se quisieron perder esta cita en el Pabellón Central de Deportes Wssell de Guimbarda que acoge parte del programa de Carnaval.

El Grupo Coreográfico de Ballet Kebana fue el ganador de este certamen en la categoría de adultos. Es la segunda vez que participan en este concurso. El pasado año se quedaban los segundos y ayer conseguían salir triunfales del concurso. Mardance conseguía el segundo premio al recrear al personaje de Mario Bros. Y el tercero se lo llevó Limbraya. Renacer esta vez se quedó en la cuarta posición.

Los pequeños del Grupo Renacer se hacían con el codiciado primer puesto y ganaban los 600 euros de premio. Los infantiles lo conseguían armados con sus palos de jockey y es que a través de su coreografía trasladaban al público a un campus de la universidad en el que nada faltaba. Báilate se quedaba en un segundo lugar y Ágora y sus Picapiedra ganaban la tercera posición.

Llevamos desde septiembre ensayando todos los sábados unas 3 horas y ahora, tras ganar, no puedo ser más feliz, confesaba la joven Maite, de Renacer. A ella, como a otra decena de bailarines, se le notaba en el rostro su felicidad y satisfacción de haber conseguido este preciado galardón. El trabajo de tantos meses había merecido la pena.

Algunos llevan todo un año diseñando la coreografía que este domingo subía al escenario con muchos nervios, como los que pasó Mireia minutos antes de bailar ante los centenares de asistentes en la gala de adultos. El trabajo de horas y horas se reflejaba en las actuaciones que sorprendían al público con sus originales y creativas ideas. En la imaginación estaba el poder. De un campus americano con Renacer a la mismísima India con la Escuela Carmen, cuyas participantes movían las caderas al ritmo de Shakira.

La moda también se coló en esta fiesta, la adulta, gracias a las bailarinas de Báilate que desfilaban al ritmo de varios éxitos del momento en una pasarela de la mismísima Vogue. Y para los más cinéfilos, Limbraya se trasladaba a Pandora para recrearnos la historia de Avatar a través de una batalla entre soldados y seres fantásticos. Ágora también viajaba por diferentes partes del mundo con sus coreografías. Nueva York, India o Roma eran algunos de los rincones en los que estos bailarines mostraron sus dotes como auténticos profesionales de la danza.

Dificultad técnica, coreografía, puesta en escena, vestuario y coordinación entre los bailarines son algunos de los factores que tuvieron en cuenta los miembros del jurado a la hora de seleccionar a los ganadores. Una difícil tarea la de este jurado, presidido por Teresa Souan, directora del Conservatorio de Danza de la Región de Murcia, quien explicaba cuáles eran los criterios de valoración.

Emoción. No sólo por parte de los participantes antes y después de salir a escena y ante la decisión del jurado, sino también por parte de los familiares y amigos que miraban atentamente desde las gradas las actuaciones cruzando los dedos para que con suerte ganase su favorito.  

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