Cinco detenidos por simulación de delitos en la Comisaría de Cartagena

La comisión de este delito suele tener como objetivo la estafa a compañías de seguros

Las denuncias fraudulentas relataban en su mayor parte robos con violencia e intimidación.

La Policía Nacional ha llevado a cabo cinco detenciones por simulaciones de delito cometidos durante los últimos tres meses.

Dichas actuaciones han supuesto la detención de las personas que han realizado las citadas denuncias, que en la mayoría de las ocasiones tenían como objetivo generar un documento administrativo que sirviera de base para la reclamación fraudulenta ante compañías de seguros.

La simulación de delitos está contemplada en el Código Penal español como un delito contra la Administración de Justicia, cuya comisión conlleva pena de multa de seis a doce meses, junto con la generación de antecedentes penales.

En muchas ocasiones, estas simulaciones tienen como objetivo la reclamación ante compañías de seguros, acción esta también delictiva, si bien en este segundo acto, la figura penal aplicable sería la de la falta o delito de estafa, dependiendo del importe defraudado.

La casuística es diversa, aunque en la mayoría de los casos consiste en denunciar un robo violento donde hubo un hurto o un simple extravío de efectos.

De este modo, se ha esclarecido el inexistente robo con violencia por el procedimiento del "tirón" por parte de un individuo de raza árabe, de una mochila conteniendo un teléfono móvil, un secador de pelo y diversos accesorios de peluquería, siendo realmente los hechos acontecidos, la pérdida, únicamente, de su terminal móvil cuando lo dejó olvidado en la barra de la cafetería del centro de enseñanza de estética donde cursaba sus estudios, intentando con ello mediante solicitud al seguro, la entrega de otro móvil de iguales características.

Del mismo modo los agentes procedieron a la detención de una mujer que denunció haber sido objeto de un robo con intimidación mediante exhibición de una arma blanca por parte de dos individuos de raza árabe, sustrayéndole su teléfono móvil, siendo averiguado posteriormente, que nada de eso había ocurrido, sino que la denunciante había averiado su terminal y solicitó uno nuevo a su seguro.

Curioso fue el suceso de un joven que denunció diversos daños en su vehículo que fueron arreglados por su compañía aseguradora. Posteriormente, los funcionarios policiales averiguaron mediante testigos, que este individuo había tenido una fuerte discusión con su novia en la puerta de su casa, y en medio del altercado, la emprendió a golpes con un bate de béisbol, que portaba en su maletero, con su vehículo, rompiendo varios cristales de las ventanillas y ocasionado diversas abolladuras por todo su automóvil.

Este tipo de denuncias fraudulentas suponen una importante distracción de efectivos policiales, que han de dedicarse a investigar supuestos robos violentos u otro tipo de infracciones, generalmente graves, que nunca tuvieron lugar, además de una estafa a las compañías aseguradoras. Una vez remitidos los atestados a la autoridad judicial pueden conllevar la práctica de otras diligencias igualmente inútiles por la falta de veracidad de los hechos. Es por este motivo por lo que se considera que estas actuaciones atentan contra el correcto uso y funcionamiento de los mecanismos que la administración de justicia, y las fuerzas y cuerpos de seguridad ponen a disposición de los ciudadanos.

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