El Auditorio, abanderado de la arquitectura del futuro

El edificio de El Batel se ha convertido en los últimos tiempos en protagonista de diversas publicaciones nacionales e internacionales, donde aparece como referente y ejemplo arquitectónico para profesionales y críticos

Publicaciones de prestigio como el diario El País, su revista El Semanal, o revistas internacionales especializadas como Domus, han colocado el Auditorio Municipal El Batel como protagonista y punto de inflexión de lo que ha de ser la arquitectura del futuro.

 

Desde su puesta en marcha, todo son alabanzas para este edificio, obra de los arquitectos Selgas y Cano, que se levanta en pleno Puerto, a orillas del mar, y combina a la perfección con el rico patrimonio arqueológico de Cartagena, sumando así un nuevo punto fuerte a la ciudad.

 

Así, bajo el titular B. Una puerta abierta a la arquitectura del futuro, el artículo de El País hace hincapié en la apuesta del Ayuntamiento por esta magna infraestructura que contribuirá a la prosperidad de la ciudad por la vía de la cultura y el turismo.

 

También en El País pero en su revista El Semanal, un reportaje a cuatro páginas, El B, una revolución arquitectónica, continúa ahondando en la importancia de la imagen que da el edificio como ejemplo de la arquitectura que viene, combinando sencillez y modernidad, formas simples con todo un estallido de color.

 

Por último, en el artículo A new glow in boomtown de la revista especializada internacional DOMUS, el Batel se muestra como antídoto arquitectónico a la crisis española, muy ligada a la conocida como crisis del ladrillo.  A lo largo de un amplio reportaje en inglés, se muestra Cartagena como una de las principales ciudades de la Región, avalada por la riqueza de su pasado romano y que ahora, con el Auditorio, suma a su patrimonio un edificio moderno, a orillas del mar.

 

El autor se recrea en todos los detalles del Auditorio y los da a conocer con un amplio reportaje fotográfico tanto del interior como del exterior y lo eleva a ejemplo de la arquitectura pop, es decir, hecha para el pueblo, para la gente.  

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