Luis Eduardo Aute en el Aula de Poesía Carmen Conde

Ofrecerá un recital poético el viernes, 1 de abril, a las 20,00 horas, en la sala multiusos del Archivo Municipal de Cartagena

La Fundación Carmen Conde- Antonio Oliver, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, ha puesto en marcha una nueva temporada del Aula de Poesía Carmen Conde, lugar de encuentro donde los poetas pueden exponer sus creaciones e inquietudes a aficionados por este género literario; un foro, del que hasta su creación, en noviembre de 2009, carecía la ciudad.

 

 

Dentro de la programación de la nueva temporada del Aula de Poesía Carmen Conde intervendrá Luis Eduardo Aute con un recital poético que tendrá lugar el viernes, 1 de abril, a las 20,00 horas, en la sala multiusos del Archivo Municipal de Cartagena.

 

LUIS EDUARDO AUTE (Manila, 1943) es músico, cineasta, pintor y poeta. Estos son algunos de sus discos de larga duración: Diálogos de Rodrigo y Gimena (1968); 24 Canciones Breves (1967-68) (1968); Rito (1973); Espuma (1974); Babel (1975); Sarcófago (1976); Albanta (1978); De Par en Par (1979); Alma (1980); Fuga (1981); Entre Amigos (1983); Cuerpo a Cuerpo (1984); Nudo (1985); 20 Canciones de Amor y un Poema Desesperado (1986); Templo (1987); Segundos Fuera (1989); Ufff! (Ariola, 1991); Slowly (1992), Alevosía (1995); Aire/Invisible (1998); Alas y Balas (Virgin, 2003); Auterretratos Vol. 1 (2003); Auterretratos Vol. 2 (2005); A día de hoy (BMG Ariola, 2007); Humo y azar (2007); Memorable cuerpo (2008); Auterretratos Vol.3 (2009); Intemperie (2010). Ha publicado, entre otros, los libros: La liturgia del desorden (1978); Templo de carne (1986); Volver al agua (2002); AnimaLhada (2005); AnimaLhito (2007) y No hay quinto aniMaLo (2010).

 

 

 

POEMA

D' ARTAGNAN TARDA EN SER MOSQUETERO

 

Hay tardes, a veces (y uno no sabe bien si es el calor tras la ventana, la luz de los ladrillos del paisaje que la ocupa o, tal vez, ese mal regusto de sueño que se adhiere a la lengua después de intentar el reposo de una siesta fracasada), que tardan algo más de lo prudente. Y todo, hasta el ruido de los automóviles, permanece inmóvil como una música de esqueletos detenidos perpetuando la gran carcajada. Sí, hay algunas tardes que se hacen eternas en exceso y ellos, los seres que persiguen metas y otras muertes me proclaman anatema (o anameta si se quiere)por no tener más meta (o tema, tanto monta) que ser.

Sí, hay tardes que tardan algo más de lo prudente en dejarme SER.

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