MC requerirá al Gobierno municipal que realice los trámites necesarios para custodiar y exponer el mobiliario de la farmacia del siglo XIX de la familia Peña Ros

El Grupo municipal MC Cartagena requerirá, durante el próximo Pleno, que el Gobierno local, y concretamente su actual concejal del área de Educación, Cultura y Juventud, a que realice los trámites necesarios para adquirir, custodiar y exponer el mobiliario de la farmacia del siglo XIX que se ubicaba en la calle Mayor, perteneciente a la familia Peña Ros.

La propuesta será presentada por el concejal Ricardo Segado, quien ha asegurado que con esta medida "pretendemos que este patrimonio se quede en Cartagena, ya que otras entidades como la Universidad de Murcia han mostrado su interés en adquirirlo".

En este sentido, el edil ha indicado que "solicitamos al Gobierno que se reúna de manera urgente con la familia Peña Ros para alcanzar un acuerdo de donación".

Búsqueda de soluciones

El pasado año 2017, la familia Peña Ros trasfirió la propiedad de la farmacia que actualmente se encuentra en la Avenida Reina Victoria y que conserva, a día de hoy, el mobiliario de la época en su trastienda, esperando a poder ser expuesto y puesto en valor para el disfrute de todos los cartageneros y turistas que acuden buscando historia a nuestra ciudad.

De este modo, la Concejalía de Patrimonio Histórico, gestionada por MC Cartagena hasta su cese del Gobierno municipal, ha venido realizando gestiones para la búsqueda de soluciones "con la intención de llegar a un acuerdo con la familia y encontrar un lugar adecuado para dichos muebles, actualmente desaprovechados y ocultos a los ojos de nuestra cultura".

'Largas' del Gobierno socialista a la familia

La familia Peña Ros solicitó por escrito el 27 de diciembre de 2017, mediante una petición de cesión de este patrimonio, tasado en 250.000 euros, que el Ayuntamiento se comprometiera a custodiar y recibir el mobiliario a través de donaciones para exhibirlo de forma permanente en un espacio municipal.

Posteriormente, el día 8 de febrero de 2018, la familia recibió comunicación del servicio de Patrimonio municipal, informando que el Ayuntamiento no tenía obligación alguna de aceptar dichos muebles, mostrando así las verdaderas intenciones del actual Ejecutivo local.

Al respecto, Ricardo Segado ha resaltado que "no existe obligación legal alguna, pero sí una obligación moral con nuestro patrimonio y con nuestro pasado, algo que importa bien poco al Gobierno municipal socialista, como ha venido demostrando".

Epicentro del fluir político y artístico de la ciudad en el siglo XIX

Por otro lado, el concejal de MC Cartagena ha recordado, en aras de que el Gobierno municipal conozca la importancia de estos bienes, que la parcela en la que se encontraba la farmacia en la calle Mayor se situaba anteriormente el convento de Santo Domingo.

Dicha parcela fue adquirida por Benito Pico, quien construyó una botica para su hijo Eduardo Pico y Bres, doctor en Farmacia por la Universidad Central de Madrid.

Así, debido al carácter inquieto de Eduardo Pico, la rebotica se convirtió en el epicentro del fluir político y artístico de la ciudad, como el pintor Manuel Wsell de Guimbarda.

Igualmente, de la botica salieron los componentes de la Junta Revolucionaria que ejerció la autoridad tras el triunfo de la Revolución de 1868, que acabó con el destronamiento y el exilio de Isabel II y la instauración de una monarquía constitucional.

Ya durante la primera mitad del siglo XX, Agustín Malo de Molina y Pico la arrendaría a Agustín Merck, mientras que en 1932 pasaría a Manuel Malo de Molina. Tras el fallecimiento de éste, en 1971, la farmacia pasó, por poco tiempo, a la viuda de Malo de Molina. La última propietaria fue la licenciada María Dolores Ros.

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