"Quiero que mi casa funcione sola"

Un curso de verano de la UPCT enseña a programar robots a alumnos de entre 12 y 16 años

Luces que se encienden cuando anochece, lavadoras que comienzan a funcionar cuando advierten que están llenas o aparatos de aire acondicionado que aclimatan la vivienda en función de la temperatura que haga dentro del hogar. Parece cosa de la ficción, pero estas actividades cotidianas son solo algunas de las ideas que tienen en mente Hugo, Diego o Álvaro, todos ellos de 13 años, y alumnos del curso de verano de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ‘Aprende a fabricar robots con Scratch para Arduino’.

A través de sencillas lecciones, voluntarios de la asociación IEEE de la UPCT muestran a los alumnos las claves de la programación de la placa Arduino, mediante la que aprenden, por ejemplo, a encender bombillas cuando quieran.

“Se puede hacer de todo con la programación, yo quiero que mi casa funcione sola”, asegura un entusiasmado Álvaro Villena, que ya piensa en tener un hogar domótico y solucionar las tareas cotidianas mediante la programación. “Esto lo puedo usar hasta cuando se me rompe el ordenador”, resalta.

Es la primera vez que la universidad imparte en verano un curso de estas características. El coordinador del mismo, Felipe Segura, señala que ha tenido bastante aceptación. Se han inscrito en él 26 personas, la mayoría niños, aunque también hay algún que otro adulto, principalmente docentes, que quieren actualizar sus conocimientos tecnológicos.

“Con estos conocimientos cada uno puede usar su ordenador para lo que quiera. Son ellos los que ponen sus límites”, dice Segura, que explica a la clase que a través de la programación “se puede hacer cualquier cosa”, destaca ejemplos de desarrollos de la UPCT como los drones, sistemas automáticos de riego, prótesis o las impresoras 3D.

Uno de los jóvenes, Hugo Bravo, se muestra muy interesado en la lección porque le permite que interactúe el mundo real con el digital. “De momento fundo bombillas”, bromea, “pero en un nivel avanzado se puede programar hasta una pizarra interactiva”.

La mayoría de ellos le buscan utilidad a la programación para hacer la vida un poco más sencilla. Diego Muñoz sueña con diseñarse su propio sistema de seguridad. “Eso se aprende en un nivel más avanzado, pero después de estas clases yo quiero seguir aprendiendo”, cuenta.

Uno de los principales objetivos del curso se ha conseguido: ofrecer a los alumnos una motivación para estimularles a seguir aprendiendo.

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